lunes, 12 de mayo de 2014

El árbol de la vida

-" Tiene mucho simbolismo y está notablemente estructurada por lo que no está Mal hecha en sí. El guion es bueno. A mi me gusta que no se pasen toda la película únicamente hablando y con acción y el final es poéticamente visual. Una metáfora hecha película."


 ¿Qué tienen en común Una planta milagrosa que cura el cáncer, La santa Inquisición y la cultura maya? Los españoles, desde luego. 
Y si bien es cierto que lo primero puede sonar algo más de ciencia ficción, si cambias el árbol por la marihuana se vuelve mucho más interesante, y es que las culturas aztecas, olmecas y maya (o alguna de estas) adoraban esta planta que tenía propiedades rejuvenecedoras y divinas.

 Y se dice, según la película, que Xibalbá morirá y de su muerte renacerán cientos de estrellas como el génesis maya (que forma parte de la cultura que los conquistadores españoles se preocuparon por destrozar junto a toda información sobre tal como el Código maya), del primer hombre enterrado bajo el árbol de la vida brotarán muchas vidas más.

  Esto es el tema y el argumento, hace referencia e hincapié en eso mismo, en esa temática de la muerte y en un contexto médico interesante.

  La película es una obra armoniosa y estructurada en sí misma, muy visual y bien cohesionada, nada normal ni nada del otro mundo ¿o sí? Ese primer paso camino hacia un más allá de creencias religiosas que según la mitología mexicana pasará el difunto por el Mictalán y no irá flotando en un árbol por las galaxias. Pero está bien eso de mezclar culturas e ideologías, hacen un mestizaje interesante y lleno de referencias dignas de estudiar, y si no que me lo digan a mi porque con esto he descubierto que Eva y Adán fueron desterrados por comer del árbol de la sabiduría cuando yo creía que eso era lo bueno.

  Puede que sea porque haya ciertas verdades que no interesan saber, y menos para los que alimentan los estados que están en el negocio de matar gente, tal vez no como antes tan abiertamente como lo hacía la Santa Inquisición pero sí poco a poco quitándonos la salud mediante la sanidad aceptando sobornos de compañías tabaqueras y refugiándose en que la ley cambia ahora para el no fumador y ya no se verá tanta publicidad guay con un cigarro en la mano porque mata mientras otros aditivos cancerígenos nos invaden por cualquier hábito de consumo que tengamos. Y a veces lo pienso, qué fácil sería vivir solo con una planta natural y no necesitar nada más.

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